Castora Herz hermana un canto tradicional zamorano con la electrónica berlinesa
Ya está aquí el nuevo single de Castora Herz y tercer adelanto de su esperado álbum «Cien años de Castora», que verá la luz en 2026 «Al saltar el arroyo». Tras los anteriores lanzamientos —»Espejo, Sol y Luna» y «Que No Haga Arrugas— el productor palentino regresa aquí a su faceta más oscura y clubbera, aquella que definió su etapa en Berlín, enlazándola con un ritmo tradicional de 5/8 característico de Segovia, Valladolid o Salamanca, conocido también como parte del baile de Peñaparda bajo el nombre de “sorteao”.
El tema está producido junto a Yoel Molina, uno de las figuras clave de la folktrónica actual y responsable del nuevo trabajo de Cristina Len, además de integrante de Casapalma, uno de los proyectos más influyentes y reconocidos del género en España. Juntos han dado forma a este “Al saltar el arroyo”, una pieza de electrónica tensa y expansiva, construida sobre un ritmo tradicional de 5/8 y una arquitectura sonora que combina panderos cuadrados, sartenes procesadas y percusiones rurales llevadas al límite.
Cuenta también con la colaboración vocal de Diego Baeza, músico de La Garrota, una de las bandas revelación de este 2025 en la música tradicional. Baeza, además, publicará su debut en solitario adentrándose en los territorios de la folktrónica con el sello Samain Music. Su voz cruda, atávica y desgarradora conduce el tema hacia un trance profundo, conectando la dureza de la pista de baile berlinesa con el sonido de los panderos cuadrados o la sartén.
Este sobresaliente combo de músicos y productores lo completan los percusionistas Sergio López, Kike Arias y Laura Olivar, integrantes de La Quadrilla que acompaña a Castora Herz en sus espectáculos en directo. Juntos dan forma a un tema con bajos contundentes, wobblers con sabor UK y una estructura que transita del dubstep inicial hacia un techno final profundamente hipnótico.
“Al saltar el arroyo” parte de un Canto de Arada tradicional recogido en Fresno de la Ribera (Zamora). Tal como describe el folklorista y periodista burgalés Gonzalo Pérez Trascasa, estos cantos acompañaban antiguamente las labores agrícolas y sobrevivieron gracias a transmisores como Román González, capaz de seguir entonándolos incluso sentado al volante del tractor. Una tradición que, como muchas otras, se desvanece con la mecanización del campo.
Castora Herz transforma esa arada en una pieza de electrónica oscura y panorámica, donde las voces saltan sobre la base y la empujan hacia un trance ancestral, como si sonido y tierra se aferraran mutuamente para no desaparecer.

