La transhumancia es un tipo de pastoreo tradicional que consiste en el traslado estacional del ganado entre diferentes zonas en busca de mejores condiciones climáticas y de pasto. Generalmente, en verano el ganado se traslada a zonas de alta montaña, mientras que en invierno desciende a tierras más cálidas.
Este sistema de pastoreo existe desde la prehistoria, cuando los primeros grupos humanos domesticaron animales y comenzaron a desplazarse con ellos. En la Antigüedad, muchas civilizaciones, como los romanos, promovieron la transhumancia mediante la construcción de caminos y leyes para regularla.
Durante la Edad Media, en Europa, la transhumancia se convirtió en una actividad económica clave, con la creación de rutas ganaderas como las Cañadas Reales en España. En esta época, los reyes protegieron esta práctica debido a su importancia para la producción de lana y carne.
A partir del siglo XIX y XX, con la industrialización y el desarrollo de la ganadería estabulada, la transhumancia comenzó a disminuir. Sin embargo, en algunas regiones del mundo aún se practica, no solo por su valor económico, sino también por su importancia cultural y ecológica.