Sobre Samain
El Samaín era la festividad más importante que había en Europa hasta la llegada del Imperio Romano.
Una noche de luna llena a mitad del otoño servía como celebración del final de la temporada de cosechas y contiendas armadas. También era el momento de homenajear a los seres queridos que habían fallecido. Etimológicamente significaba ‘fin del verano’ y daba por concluida la estación Clara, dando paso a la estación Oscura. El Samain era considerado como el Fin de Año Celta
La fiesta del Samaín era una celebración hedonista y animista. Se festejaba el tránsito del mundo de la luz y el Dios Verano, al de la oscuridad y el Dios Invierno. Del mundo de lxs vivxs al de lxs muertxs. Simbólicamente, representaba la Eternidad y daba paso a los días en que la noche y la oscuridad predominaban, cuando se decía, que los espíritus de lxs muertxs podían regresar más fácilmente.
En la noche de Samain el tiempo quedaba abolido y Dioses, Heroínas y Difuntes cobraban vida terrenal. Con ellxs, lxs mortales compartían una velada de júbilo y celebración por el nuevo año. Todo ello era posible gracias a las artes mágicas desarrolladas por Druidas y los rituales musicales que llevaban a cabo lxs Bardxs.